Asombroso, hilarante, sorprendente, magnífico….
No se me ocurre que adjetivo NO usar para mostrar la calidad de este maestro Ruso, que nos trae unos retratos fuera de lo común. Personajes cotidianos con una aroma a retrato renacentista y sabor místico, recordando a las imágenes y retablos eclesiásticos.
Su luz, perfecta.
ALEXEI SOVERTKOV, el fotógrafo que llego del frió.